Pro Evolution Soccer 2008

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Rompemos un poco la tónica del blog y comentamos un juego de actualidad. No será el último.

No hace falta ni que lo mencione, pero el análisis es de la versión Wii del juego. Las demás, como dijo aquel, ni están, ni se las espera. Empezamos:



Desde los tiempos remotos del Match Day en el Spectrum los juegos de fútbol han seguido el mismo y por otra parte lógico esquema. Es decir, en ataque sólo un jugador es controlable, eliges si quieres desplazarte, regatear, tirar o pasar a un compañero y vuelta a empezar; y en defensa prácticamente igual, pero sin balón. Por lo que se han creado sagas completas como FIFA o Pro Evolution Soccer que en cada entrega han ido puliendo este sistema mejorando los gráficos y actualizando las plantillas de los equipos, para presentarse como un juego novedoso. Pero al jugador le queda la sensación de estar siempre delante del mismo juego, de que la fórmula se ha agotado.

Bien, pues Konami, al desarrollar Pro Evolution Soccer de Wii, ha cogido ese esquema y lo ha hecho saltar por los aires. Ahora tenemos la posibilidad de controlarlo todo sobre el terreno de juego, cualquier jugador, tenga o no el balón, sus desplazamientos, marcajes, desmarques... Y lo hace usando solo 3 botones. Impresionante, ¿verdad?



Estos acercamientos a una nueva concepción de los juegos de fútbol no son un invento de Konami, cada cierto tiempo sale un título que prueba algo nuevo con mejor o peor fortuna. En 1990 Technos Japan desarrolló Nintendo World Cup para NES, un título donde directamente manejabas sólo a un jugador, y al resto le dabas órdenes (pasar o tirar). Dos años después, Tecmo probó con éxito otro sistema diferente con Captain Tsubasa 3 para Snes en lo que se podría llamar fútbol-RPG, convirtiendo los partidos en auténticas batallas por turnos.

Pero no ha sido hasta este PES cuando de verdad ha dado la sensación de estar delante de una revolución capaz de rivalizar con los juegos de fútbol tradicionales. Salvando algunas distancias, estamos hablando de estrategia en tiempo real, y es algo que difícilmente pueda extrapolarse a otras plataformas, está diseñado sólo para Wii, lo cual es un hecho que se agradece y alivia a Nintendo de la carga de ser la única que saca provecho de las características únicas de la consola.



Para empezar, desde la intro del juego ya sospechamos que algo ha cambiado. Normalmente en este tipo de juegos el opening suele consistir en goles espectaculares y regates inverosímiles vistos con una calidad gráfica que quita el "sentío" y aderezados con la canción pop-rock de moda. Pero aquí es distinto, las imágenes puramente futbolísticas son secundarias y bastante sencillas, y lo que vemos es una bonita y psicodélica secuencia de personas jugando con la Wii, mientras círculos y flechas en todas direcciones atraviesan la pantalla de lado a lado, y rock con sabor setentero acompañando la secuencia. Es decir, se da importancia al jugador de carne y hueso, nos convierte en protagonistas, en detrimento de los equipos y jugadores, y es que en PES'08 se da más importancia a nuestra habilidad para sacar lo mejor del conjunto que a la calidad de un determinado jugador.

El no centrarse en el jugador que mueve el balón lleva consigo un giro copernicano importante, se acabó el famoso y odioso chupón. Se puede regatear, pero será muy fácil perder la posesión del balón, y en este juego los regates existen, pero lo que nos levantará de la silla y cortará la respiración al contrario será un buen pase, no un caño ni una bicicleta. Se premia el movimiento de balón buscando espacio, dibujando movimientos a la espera de una buena posición para recibir el esférico. Incluso antes de recibir el pase ya podemos indicar donde puede desplazarse un tercer jugador para recibir el balón de un jugador que aún no lo tiene. O mover a varios jugadores para arrastrar a su marcador y abrir la lata defensiva. Las posibilidades son infinitas. Y si en algún momento nos equivocamos, con el botón C cancelamos las órdenes.

Sabedores de la dificultad inherente a toda novedad, más aún cuando rompe con un sistema con tanto arraigo en los juegos deportivos, Konami nos obliga, justo después de crearnos un usuario, a recibir unas lecciones básicas para aprender a manejarnos con soltura sobre el terreno de juego. Nos enseña que con el botón B podemos pasar el balón al lugar o jugador que indiquemos con el puntero, con A desplazamos al jugador en la dirección que indiquemos (ya sea para marcar a un contrario si estamos defendiendo o para avanzar con el balón si atacamos), y disparamos (o despejamos si defendemos) agitando el nunchuk. Esas 3 lecciones tan simples son la base del juego, y ya estaríamos preparados para ganar algún partido. Pero el tutorial no acaba ahí, a medida que avancemos en el juego se irán desbloqueando nuevas lecciones para perfeccionar la técnica.



Evidentemente al ser una primera versión de este modo de control, aún tiene mucho margen de mejora, especialmente en el terreno defensivo que no da tanta sensación de control en comparación al sistema de ataque, y peca de excesiva rigidez. Se ha puesto más énfasis en el ataque, pudiendo trazar preciosas jugadas, pero la defensa tiene un comodín, cuyo uso en el momento justo puede echar por tierra la jugada más elaborada, y es que agitando el mando adelantamos la línea del fuera de juego. Pero si nos sale mal tendremos a un delantero solo delante del portero y solamente habrá que agitar al nunchuk (o el wiimote si queremos dibujar una preciosa vaselina) para mover el marcador.

Es un sistema que en un primer momento puede parecer caótico, con distintos tipos de flechas y círculos inundando el césped, nuestro puntero, nombres de jugadores, indicador de resistencia... Especialmente en una partida multijugador, donde la carga de información en pantalla es doble, pudiendo llegar a confundir los punteros, o a perder puntualmente de vista el balón a poco que perdamos la concentración. Pero tras los primeros partidos todo parece despejarse, y podremos zafarnos del rival con relativa facilidad, viendo posibles resquicios defensivos donde antes solo vislumbrábamos un muro infranqueable.



Pero no sólo de la jugabilidad vive un juego, el resto tiene que ir bien vestido, y Konami le ha puesto a Pro Evolution Soccer sus mejores galas. El juego está en perfecto castellano, tanto texto como voces, tiene la licencia de las ligas europeas de mayor renombre, tanto a nivel de clubes como de jugadores, con la excepción de la Premier Ligue, que luce nombres reales en los jugadores pero no así en los clubes, y tenemos equipos como el Man Red y London FC, en el lugar de Manchester United y Chelsea. También podremos jugar con una selección de Mii's de nuestra consola o creados por el juego, en versión normal o super deformed (cabezones) y, dependiendo de los Mii's que tengamos en nuestra Wii, puede dar pie a partidos muy simpáticos donde puedes recibir un pase de Michael Jackson, que le ha ganado la espalda a Harry Potter, para acto seguido dar un poco exitoso pase de la muerte a Aznar, que no va a poder culminar porque M.A. Barracus ha estado providencial al corte.

Moverse por los diferentes menús es de lo más sencillo usando el puntero, botón A para seleccionar y B para retroceder. Antes del partido podemos ver la alineación sobre el terreno de juego y mover a los jugadores a la posición deseada agarrándolos con A+B, como en el canal Mii.



En cuanto a modos de juego está bastante bien servido. Por un lado tenemos los clásicos y obligados modos de partido simple, multijugador, copa y liga. También posee un muy útil modo de entrenamiento para coger soltura al control sin el acoso del rival, o volver a pasar por el tutorial. Y se pueden intercambiar jugadores almacenados en la memoria del wiimote. Pero los dos modos estrella de esta entrega son Camino de Campeones, y Online.

Camino de Campeones contiene la esencia de la Liga Master de otras versiones de la serie Pro Evolution Soccer, y nos propone el reto de dirigir un equipo pequeño, con una plantilla desconocida, que podremos ir haciéndola crecer tanto en la mejora de los jugadores de la plantilla como adquiriendo nuevos fichajes. Para ello, PES usa un método que bebe mucho de los RPG's tradicionales donde cada jugador tiene unas características (velocidad, técnica...) que van mejorando a medida que gana puntos de experiencia después de cada partido. También pueden ganarse puntos de experiencia si superamos durante los encuentros pequeños retos que nos proponen, tales como lograr dar 10 pases seguidos, cambiar 3 veces de banda, o lograr un hat-trick. Para adquirir nuevos jugadores de los equipos que derrotemos también se ha seguido un método original, el número de jugadores a adquirir dependerá de la diferencia de goles, y en ningún momento sabremos que jugador estamos a punto de fichar, sólo nos darán una pista, por ejemplo, "no se cansa nunca", o "hará disfrutar al público". Y así podremos fichar desde el mayor paquete hasta un crack de talla mundial.

Y en la otra mano tenemos el adictivo modo online, que se articula de dos formas. Podemos disputar partidos con personas con las que hayamos intercambiado códigos amigo. Como viene siendo habitual en esta consola, y no por ello menos inexplicable, el juego usa su propio sistema de códigos, no valen los de la consola por lo que tendremos que añadir otra vez a nuestros contactos. Es el denominado Partido Amistoso, en contraposición al Partido Libre, donde podremos jugar con cualquier usuario de la versión europea de PES'08 de Wii, y del que solo sabremos su nick. Se echa en falta una opción para agregar a estos usuarios "no amigos" a nuestra lista de contactos, porque en más de una ocasión se genera mucha rivalidad con usuarios ciertamente hábiles y es una lástima no poder concertar más encuentros con ellos. Tampoco hubiera estado de más una opción de campeonato online.



El apartado gráfico es donde nos encontramos el único punto flojo de este juego. Me explico, no es nada desagradable ni hace daño a la vista pero ciertos detalles, como la textura del césped podrían estar bastante más trabajados. Los jugadores tampoco son nada del otro mundo, pero a diferencia del césped no molesta la falta de detalle por una razón, y es que la cámara está lo bastante alejada para facilitar el control y sólo en la celebración de los goles, o cuando el arbitro amonesta a un jugador podremos fijarnos con más detenimiento en el modelado. Los jugadores tienen un cierto parecido con aquel al que representan, algunos más que otros, especialmente los que poseen rasgos más característicos, como puede ser Ronaldinho, Messi, o Dani Alves, pero los jugadores más comunes dan la impresión de ser todos el mismo. La física del balón y los jugadores si está muy conseguida, ya que se mueven y corren a una velocidad real, así que hay que olvidarse de inverosímiles pases largos al hueco, porque el jugador no va a llegar.

En lo referente al sonido, cumple el expediente con buena nota. Las melodías de introducción y menú como ya se ha dicho no son famosas ni estarán nunca de moda, pero son amenas y cumplen su cometido a la perfección. Durante el partido el público ruge, y podemos oír los comentarios de Julio Maldonado y Juan Carlos Rivero, que no se hacen cansinos ni pecan de excesiva repetición, aunque sufren a veces de falta de reflejos y de sincronización, por ejemplo dando un gol por anulado varios segundos después. También se vuelve a cumplir la maldición del comentarista de juegos deportivos, basta con que comenten lo inexpugnable que es un portero para que en la siguiente jugada le cuelen un gol por toda la escuadra.



Konami se ha desmarcado, nunca mejor dicho, con un juego de fútbol revolucionario y lo ha hecho con un acierto inesperado para ser la primera vez que prueba con este sistema de control. Es cierto que puede requerir un tiempo para habituarse, pero rápidamente se le toma el pulso, y desde ese momento los demás juegos de fútbol parecerán anticuados, de un pasado donde no tenías el control sobre todo tu equipo y jugabas encorsetado en un esquema establecido. Lógicamente es susceptible de mejora, sobre todo gráficamente pero también en lo jugable pueden corregirse algunos aspectos, y es de esperar que Konami siga este camino que ha abierto y que tiene empaque para convertirse en estándar en los juegos deportivos, al menos en Wii.

1 Comentarios:

TimeDevouncer dijo...

Saludos mano!! ;), gran artículo, a ver si puedo probar el juego, que el control me llama mucho, aunque no soy mucho de fútbol.

Salu2!!!