Dr. Mario & Bactericida

Escrito en colaboración con La Gran N.

Hagan paso a un veterano, con 18 años de ejercicio, el Dr. Mario sigue atajando infecciones bacterianas a golpe de antibiótico, y lo hace con la misma ilusión e impetu que cuando salió de la facultad en 1990 y empezó a pasar consulta en la NES para ascender por todos los cargos y intermedios hasta llegar a Wii Ware, el servicio de descarga online de Wii:



En esta ocasión es obra de Arika, una compañía formada en 1996 por antiguos empleados de Capcom y que han desarrollado, entre otros, Street Fighter EX, los Everblue de PS2 o Tetris: The Grand Master. Su último trabajo hasta este Dr Mario ha sido Endless Ocean para Wii. Garantía de calidad.

Dr Mario es la respuesta de Nintendo a Tetris, pero no es el mismo concepto de puzzle, cada uno tiene sus pros y sus contras. En Tetris el juego es prácticamente interminable, solo limitado por la destreza (o falta de ella) del jugador, lo que le hace invencible si se juega solo. En Dr Mario las partidas son bastante más dinámicas, está mejor estructurado en niveles, por lo que tiene un multijugador más potente. Eso no quiere decir que Dr. Mario flojee si se juega solo, ni mucho menos.

Vistazo general

La mecánica es tan simple como efectiva. El escenario representa un enorme bote con bacterias dentro, de 3 colores distintos (rojo, amarillo y azul), y en número variable dependiendo del nivel en que estemos. A la derecha el Dr Mario se dedica a ir metiendo pastillas bicolores (también rojas, amarillas y azules) de una en una al bote y hay que ir eliminando bacterias haciendo lineas de 4 elementos del mismo color. Para facilitar la tarea se pueden rotar las pastillas. La partida puede acabar de dos formas, o eliminando la infeccion, y por lo tanto ganando, o bien si las pastillas llegan a taponar el cuello de la botella y ya no entran más, perdiendo el reto. Conforme avancemos de nivel, habrás mas bichos y las pastillas bajarán más rápido. Hasta el nivel 4 o 5 es asequible a principiantes, luego ya hay que atarse una cinta a la frente y sudar la gota gorda para acabar con la pantalla vacía. El nivel 20, al menos así cree el que escribe estas humildes lineas, se ha puesto como elemento desmotivador, un algo inalcanzable que no hace mas que atormentar al pobre jugador que se sabe incapaz de completarlo



Esa es la sintesis del juego que se ha mantenido desde el primer Dr Mario hasta el último, y no es tan facilón como puede parecer a simple vista, porque un error de calculo o un despiste, como encajar una pastilla de un color en una bateria de otro, puede llevar al traste una partida que teníamos ya hecha, y tener que ir a marchas forzadas para rectificar eliminando la pastilla sobrante y poder completar la fase con éxito.

Tiene dos modos básicos, el clásico y el modo flash. En el modo clásico la misión es acabar con todas las bacterias, y en el flash hay que eliminar a las bacterias que brillan, aunque para ello hay que llevarse por delante a muchas que no parpadean para abrir hueco hasta las brillantes. Ambos modos admiten multijugador o contra la CPU.

Se echan en falta dos modos que ya se pudieron disfrutar en Dr. Mario 64 y añadían bastante interés al single-player, y son el modo Historia, donde se luchaba con la CPU siguiendo un ligero argumento, y el modo Maratón, que alargaba las partidas gracias a la multiplicación de los bichos, siempre había alguno más que eliminar.

La jugabilidad es muy clásica, y perfecta como casi todo lo que toca Nintendo. Sorprende porque se usa el mando Wii en horizontal, y con la cruceta y un botón podríamos llegar a ser el Number One mundial. El mando en horizontal, para los que llevamos tiempo en esto, nos trae a la memoria instantaneamente a la NES, y la sensación de estar delante de un clásico se hace cada vez más patente. Moverse por los menús (por cierto, todo en perfecto castellano) es igual de sencillo, botón A para seleccionar, y B para retroceder al menú anterior.



Online

Hasta ahí, cualquiera que a haya jugado a Dr. Mario en alguna otra plataforma no tendrá nada nuevo, pero han añadido un modo que alargará eternamente la vida útil del juego, posibilidad de jugar online. Solo por eso ya merece la pena conseguir el juego, es de las cosas más adictivas que he probado nunca. Partidas muy ágiles, fluidas, compitiendo con rivales elegidos con un ranking similar al tuyo para potenciar la competitividad e ir subiendo poco a poco en el ranking, y sobre todo, la impagable respuesta a la gran duda, ¿jugaré mejor que un japonés? Pues aquí, en primicia, la respuesta: No, no juegas ni mejor, ni más rápido a Dr Mario que ningún japonés, son gente de naturaleza cruel e insensible con el rival en cuanto a videojuegos se refiere. Ver el ranking es muy aclaratorio en este aspecto, no hay un solo personaje con nombre occidental entre los 10 primeros. A veces están juguetones, se dejan ganar la primera, puede que la segunda, para posteriormente machacarte sin compasión, matando bacterias con mil y una combinaciones que te dejan exhausto, pidiendo clemencia. Solo nos queda rendirnos ante su maestría, implorar perdón, e intentar mejorar para el siguiente duelo.

El Modo online se estructura de dos formas. Por un lado la opción "mundial" para jugar con otros jugadores de todo el mundo elegidos al azar, con una categoría similar a la nuestra, y pudiendo elegir el modo clásico o flash. Los dos modos son muy buenos, pero el grueso de jugadores se decanta por el clásico, por lo que hay que esperar menos para encontrar rival. En el otro lado tenemos la opción de jugar con amigos con los que hayamos intercambiado el código del juego. Antes de cada partida podemos "hablar" con el contrario sirviendonos de unas pocas frases predefinidas, del estilo de "Te ganaré", "Buena partida" o la picajosa "Ji, ji". No es una forma de chat que rechace de plano por sus limitaciones, pero si se echan en falta unas cuantas frases más que le den vidilla al asunto.

Otra posibilidad online es la de enviar la demo del juego a algún amigo de la agenda Wii para jugar con él alguna partida y convencerle del juegazo que se está perdiendo. Es una buena iniciativa, pero seguramente hubiera tenido más repercusión de estar la demo disponible directamente para bajar desde WiiWare, al igual que se hace en el canal Nintendo con la DS, pero de momento no hay planes de algo parecido para la sobremesa de Nintendo.



Bactericida

Es la otra gran novedad de esta entrega. En este modo hay que olvidarse de la jugabilidad comentada anteriormente, porque se maneja con el puntero. El objetivo del juego es el mismo, pero el control le hace parecer casi un juego nuevo. Con el puntero y el botón A agarramos la pildora, la giramos con B y la llevamos al lugar que queramos, caen varias pildoras al mismo tiempo, por lo que las prisas crecen.

A diferencia del resto del juego, donde solo pueden jugar un máximo de 2 personas de forma competitiva, Bactericida da la posibilidad de jugar a 4 jugadores al mismo tiempo y de forma cooperativa, no hay más que imaginarse el caos y los pisotones por coger una u otra píldora, o a uno de los jugadores intentando marcar la estrategia a seguir, que por supuesto no será escuchada por el resto.

Los elementos de la pantalla también cambian respecto al Dr Mario clásico, aquí veremos a la derecha nuestros Miis vestidos de doctores en combate con las bacterias, y al seleccionarles con el puntero pronunciarán frases tan castrenses como "¡A por ellos!", "¡Que no quede ni uno!. Sin llegar a hacerle sombra al Dr. Mario clásico, Bactericida es un muy buen añadido, y asegura partidas a cuatro bastante entretenidas.

El único pero que se le puede poner a Bactericida es la falta de online.



Gráficos y sonido

Es de los pocos juegos que no hay que tenerle en cuenta el apartado gráfico, porque ha tocado techo ya en ese aspecto. Esta entrega de WiiWare es muy respetuosa graficamente con toda la saga, y es que cambiar algo podría ir contra la esencia del juego, porque las pildoras y los bichos son de 3 colores, y el escenario tipo bote con el fondo a cuadros es lo que es, no hay mucho margen de mejora sin revolucionarlo todo. Pero aún así han añadido algunas cositas, como la posibilidad de cambiar a Mario por un Mii de nuestra elección, que celebrará cada bacteria eliminada y moverá la cadera al ritmillo de la música. En las partidas multijugador quedan muy bien los Miis frente a frente, le da un toque muy simpático.

En cuanto a la música, pues igual que en los gráficos, no arriesga y tiene las 4 canciones tradicionales del juego, es decir, Tos, Fiebre, Frío y Achís, cada una más pegadiza que la anterior, ritmillo electrónico-machacón que a buen seguro se nos meterá en la cabeza y no podremos sacarlo en bastante tiempo. Para los que necesiten concentración, o les guste más un tema que otro, antes de cada partida se da la opción al jugador de elegir la canción o simplemente no elegir ninguna.

Conclusión

Estamos ante un destrozamandos. No será el mayor superventas, se le achacará que no ha cambiado practicamente nada en 18 años, pero sigue igual de adictivo que el primer día, y eso es un mérito que hay que reconocerle. Por 1000 puntos escasos uno puede tener un juego casi eterno en la memoria de su wii. Si se conocen ya los juegos de Dr Mario, el online y bactericida son razones suficientes para justificar su compra, y si nunca se ha jugado a Dr Mario pero se es amante de juegos como Tetris, es un deber inexcusable tener el juego.

Se echan en falta algunas cositas, como algún modo más trabajado para jugar solo, o el online en bactericida, pero es echar una partidilla online con el modo clásico y olvidarlo todo durante horas.

Muy recomendable.

1 Comentarios:

Nelson dijo...

La verdad es que tiene buena pinta, creo que me voy a comprar una tarjetita de puntos y me lo voy a jalar.