Rincón Musical: Mario (V)

Llegamos a un nuevo cisma en la historia del videojuego. Tras el enorme fracaso de Virtual Boy, y la salida de las nuevas videoconsolas de 32bits Sony Playstation y Sega Saturn, parecía que no quedaba sitio para las historias de siempre, con sus princesas y héroes. Pero Nintendo es muchas cosas, y cabezona también, así que no se le ocurrió otra cosa que demostrar la absoluta vigencia de su fontanero fetiche en los nuevos tiempos 3D. La princesa Peach invita a su amigo a palacio con la promesa de un pastel casero... acababa de nacer Super Mario 64:



No se si es un sentimiento compartido, pero solamente ver de nuevo esa portada da un escalofrío que recorre la columna y le deja a uno tieso, sobre todo al ser consciente de que muchos años después de su salida sigue siendo una de las obras maestras más impresionantes que ha visto el sector del videojuego. Mirandola con perspectiva, hasta se ve cierta anticipación del concepto Galaxy en el pequeño planeta y Mario sobrevolandolo con su gorro alado.



Super Mario 64 salió en España un 1 de marzo de 1997, creando desde el primer momento un raro consenso de crítica y público sobre la calidad que atesoraba y lo revolucionario de su concepto. Se acabaron los mapas de scroll lateral, y teníamos a Mario en el jardín de la princesa Peach, junto al castillo que se levantaba majestuoso y que daba paso a un universo champiñón como nunca se había imaginado. La princesa había sido secuestrada (una vez mas, si) y Mario debía encontrarla. Shigeru Miyamoto sabía que había vuelto a hacerlo, una vez más usó la llave mágica y abrió una nueva puerta en la industria.. Por supuesto la música no se dejó al azar, esta vez Koji Kondo contaba con 64bits para liberar las composiciones que se acumulaban en su interior, y damos fe que lo hizo. Para el Castillo compuso un simpático tema que no hace más que invitar a recorrer cada rincón del mismo con la curiosidad de un chaval:





Una vez en el castillo, podremos acceder a los mundos a través de los cuadros colgados en las distintas estancias. El primero de ellos era Bomb-Omb Battlefield, donde nos encontraremos los primeros enemigos que, como no podía ser de otra forma, son champiñones. Era, y es, magia pura el recorrer este primer mundo y escalar la montaña que nos llevara al primer jefe, una bomba de blanco mostacho que responde al nombre de King Bomb-Omb. Y todo acompañado por la genial partitura de Kondo, que transmite buen rollo en cada instrumendo, desde la saltarina percusión a la elegante trompeta:





La saga Super Mario siempre ha tenido dos escenarios y canciones que se han repetido. En primer lugar el tema principal, y el castillo. Luego tenemos otro que sin llegar a ser tan mítico es igual de reconocido, por supuesto nos referimos al mundo subterráneo. En esta ocasión, Koji-san se autoplagia y logra hacer una versión del tema oscuro de Mario que captura todo la cargadísima atmósfera que oprime a Mario, pero sin perder de vista el jolgorio que caracteriza a la saga:





El malo malísimo es, para no variar, Bowser, ese dragón cansino que sigue en sus trece con la princesa Toadst... Perdón, desde Super Mario 64 se llama Peach, que queda más mono. Bowser siempre ha tenido un tamaño respetable, pero en este juego se destapa como un monstruo tolkieniano en toda regla, con una fiereza no conocida. Pero sigue siendo un tontorrón, le das una vuelta, le enganchas la cola y a lanzarlo a peso. La música recoge muy bien toda la tensión del momento, especialmente al comienzo que no sabes por donde te va a caer el pescozón:





Dejamos lo mejor para el final, pero no por capricho editorial, es que el propio Kondo decidió que así fuera y usó una de las mejores composiciones del juego para los títulos de crédito. Conseguir las 120 estrellas y comenzar a escuchar la percusión es uno de los momentos videojueguilmente hablando de mayor plenitud que uno puede encontrarse. El pastel prometido al principio por fin se materializa, pero no en forma de nata con bizcocho como parece adivinarse por la captura, si no de joya musical:



Así fue Mario 64, un juego que elevó a su máxima expresión la jugabilidad, diseño y creatividad en el género de las plataformas. A mediados de los noventa la pregunta era ¿como eran los juegos en 3D antes de Mario 64? Pero creo de mayor importancia formular otra cuestión: ¿Y después? ¿Han mejorado en más de una década lo propuesto por Super Mario 64 más allá de los aspectos técnicos? Simplemente... No.

1 Comentarios:

Anónimo dijo...

Todavía recuerdo esa melodía al entrar en el castillo, cuando era un enano y probé el juego por primera vez en el corte inglés.

Curiosamente, mañana (salvo imprevisto) me pillaré una N64 con este cartucho :D.